Cómo ahorrar agua en casa: la guía definitiva contra la sequía
En un mundo donde el agua dulce se está convirtiendo rápidamente en un recurso escaso, cada gota cuenta, más aún con la actual sequía y las precipitaciones en forma de inundaciones, evitando que se pueda almacenar dicha agua de lluvia de forma eficiente. Por eso, en este artículo mostraré algunas formas de ahorrar agua en casa y de reducir de paso la factura del líquido elemento que tanto se suele derrochar sin pensar que algún día se puede perder o encarecer de forma importante.
No solo beneficiará a tu economía familiar, también lo hará a todos, ya que así dispondremos de más de este recurso hídrico que tan vital es para la vida, para la agricultura, para los animales, para las plantas, para todo en definitiva…
Antes de comenzar, decir que no hay que alarmar a la población. Hay que usar este recurso de forma eficiente, pero no amenazar o anunciar de forma catastrófica como lo están haciendo en muchos medios de comunicación. ¿Motivo? Vivimos en la Tierra, ni en Marte, ni en Venus, ni en ningún otro planeta. Es el planeta azul del Sistema Solar, y un 75% es agua, y muchas veces se pasa esto por alto para centrarse solo en las reservas de agua dulce. Por tanto, se pueden hacer cosas para evitar que la gente muera de sed, o que se limite este recurso.
Nuestro planeta tiene aproximadamente 1.386 millones de kilómetros cúbicos de agua, que no se pierde, sino que sigue el ciclo del agua, evaporándose y volviéndose a precipitar. De esta cantidad, se estima que el 97.5% es agua salada, lo que equivale a aproximadamente 1.332 millones de kilómetros cúbicos. El 2.5% restante es agua dulce, lo que equivale a aproximadamente 34.65 millones de kilómetros cúbicos. Para hacerte una idea, un metro cúbico de agua equivale a 1000 litros.
Si existe un problema con el suministro de agua, no es por falta de ella, sino simplemente por falta de previsión o por inacción de los políticos… Por eso pongo que es un problema «fabricado», puesto que en parte ha sido fomentado por la falta de infraestructuras y medios para poder almacenar o suministrar agua allá donde se necesite. Ya se habla de la descertización del sur de Europa, sin embargo, recuerda que hay zonas que llevan mucho tiempo siendo auténticos secarrales, como algunas zonas de Australia, y tienen agua, solo hay que buscar esas alternativas para ello.
Las reservas hídricas del planeta pueden ser naturales, tales como ríos, lagos, humedales, icebergs, glaciares, agua subterránea o acuíferos, y capas de hielo, o también pueden ser artificiales, construidas por el hombre, como presas, depósitos, etc. Sea como sea, una de las principales fuentes de agua dulce en el mundo son los ríos, lagos y acuíferos subterráneos, desde donde se suele obtener agua potable para el consumo humano, y también para la agricultura, ganadería e industria.
Aunque el 71% de la superficie terrestre está cubierta por agua, solo el 2.5% de ella es agua dulce. De esa cantidad, el 0.5% se encuentra en depósitos subterráneos y el 0.01% en ríos y lagos. A pesar de que el agua está distribuida por la Tierra, el 90% de los recursos disponibles de agua dulce del planeta están en la Antártida. Y más de 1100 millones de personas carecen de acceso directa a fuentes de agua potable, especialmente en África.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Cada uno de nosotros tenemos derecho a disfrutar del líquido elemento, imprescindible para la vida. Y tenemos derecho de disfrutarlo para beber o para cualquier otra actividad. Al igual que tenemos ese derecho, también tenemos un deber, y es no derrocharla o malgastarla. Y para ello, voy a dar algunos consejos que puedes seguir para ahorrar agua en casa, pero sin dejar de aprovechar este bien:
- Grifos de bajo consumo
- Lavabo-cisterna
- Lavavajillas eficiente
- Lavadora eficiente
- Detector de fugas
- Recolectar agua de lluvia
- Fosa séptica